
La Agencia Nacional de Tierras entregó la finca El Guayabo, a 18 mujeres de la Asociación Asepaz en Sabanalarga, Atlántico.
Las beneficiarias proyectan sembrar berenjenas y transformarlas en productos alimenticios, dando el primer paso hacia un futuro productivo con tierra propia.
Barranquilla, Atlántico. 28 de mayo de 2025. @AgenciaTierras.
La Agencia Nacional de Tierras —ANT— entregó la finca El Guayabo a 18 mujeres rurales de la Asociación Asepaz, en el municipio de Sabanalarga (Atlántico). Este acto no solo representa un hito en la lucha por la equidad de género frente al acceso a la tierra, sino también un impulso para la economía local y la soberanía alimentaria de la zona.
La intención de estas mujeres, en su mayoría madres cabezas de hogar, es sembrar berenjenas y transformarlas en productos alimenticios. Ellas llevaban más de una década esperando la oportunidad de ser propietarias, y hoy cuentan con tierra propia para asegurar un futuro más justo para sus familias.
Esta entrega se realiza tras la compra directa del predio por parte del Gobierno de Gustavo Peto, como parte de su compromiso con la Reforma Agraria y el acceso a la tierra para quienes la necesitan.
Cecilia Reyes, beneficiaria del predio El Guayabo, expresó: “Nos encontramos muy contentas porque se ha materializado eso que tanto habíamos soñado, anhelábamos tener tierra propia para poder trabajarla y hoy es una realidad”.

Por su parte, Javier Torres, coordinador territorial de la ANT en Atlántico, expresó que, “con esta entrega, reafirmamos nuestro compromiso de una Reforma Agraria con equidad de género. Reconocemos el esfuerzo, la organización y la visión productiva de estas mujeres que hoy tienen tierra propia y empezarán a producirla”.
Esta entrega de tierra representa un paso crucial para combatir la discriminación y promover la participación plena de las mujeres en la vida económica y social en el campo colombiano.
Desde la Agencia Nacional de Tierras, seguimos trabajando para garantizar que la Reforma Agraria llegue con prioridad a quienes han sido tradicionalmente excluidas del acceso a la tierra: mujeres campesinas, lideresas comunitarias y cuidadoras del territorio que hoy ven reconocidos sus derechos con hechos, no con promesas.